Los benditos o malditos 180 días de clases, se insiste con declamar a los cuatro vientos, rasgándose las vestiduras que hay que completar los 180 días de clase, pero nadie habla de los contenidos ni de la pedagogía empleada, solo de los 180 días de clase, como si estuviéramos hablando de la guardería donde pondremos a nuestros niños, mientras nosotros los adultos trabajamos o vaya uno a saber que hacen, nadie se pregunta que pasa dentro de ese esquema, si realmente se necesitan tantos días o si faltan o que porque no se fijan si realmente están aprendiendo algo, aunque cada día vemos que se escribe peor, con más faltas de ortografía, desconocimiento de la historia (en la cola de un supermercado un pibe le decía a otro que como era 17 de agosto se estaba "festejando" por "Belgrano", para los que no sepan o los extranjeros que no tienen porque conocer nuestra historia el 17 de agosto (1850) se conmemora el fallecimiento del General Don José de San Martín), quizás con una buena metodología ni siquiera necesitamos la mitad de días, nos fijamos en los tiempos y no en la calidad, pongamos 365 días total no aprenden nada, hay que fijarse en los contenidos y en la calidad y no en el tiempo, justificamos todo en que se tienen que cumplir 180 días de clase, no importa que durante todo ese tiempo no se aprenda o no se enseñe nada, o lo que se de sea de baja calidad.
No seamos hipócritas, si no nos fijamos primero en la calidad y cantidad de contenidos, lo demás es pura cháchara.
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